Desde Asaja Huesca y CEOS CEPYME Huesca se ha comunicado de forma conjunta a la subdelegación del gobierno en Huesca los principales problemas que está causando en el sector agroalimentario la crisis generada por el Covid-19.
Por un lado la imposibilidad de cubrir puestos de trabajo que en anteriores campañas se realizaba con personal extracomunitario que se desplazaba desde sus países de origen al inicio de campaña. Es estos momentos, debido a las restricciones en el movimiento de personas, tienen prohibida la entrada en la UE. Se trata de trabajos de aclareo en fruta dulce, de recogida en el caso de cereza, o de esquileo en el caso del ovino. A estos problemas de entrada de personas se suma la imposibilidad de entrada de maquinaria específica de recolección, que afecta fundamentalmente a guisante verde y habas.
Por otro lado las limitaciones en la ocupación de vehículos para el desplazamiento al centro de trabajo ocasiona un serio quebranto dado que en muchos casos se trata de trabajadores que o no cuentan con permiso de conducir o carecen de vehículo propio para su desplazamiento. Afecta fundamentalmente a explotaciones frutícolas, vitícolas, granjas de cerdas madres, o en el caso de ganadería extensiva, fundamentalmente ovino donde lo común es disponer de furgonetas biplaza para el traslado de animales, donde se debería permitir que vayan dos personas como en el sector del transporte.
Otro problema añadido con el que se está encontrando las empresas de todos los sectores es la imposibilidad de encontrar en el mercado equipos de protección, mascarillas y guantes, para equipar a sus trabajadores.
Determinados productos, como son la carne de cordero en sus diferentes variantes, han sufrido una drástica caída de precios en lonja, cuando no una ausencia de cotización, debido a su destino era la restauración o la exportación. En el caso de los terneros de cebo el problema es el frenazo en la exportación de animales vivos a terceros países. Se deben dar solución a estos sectores a través de los diversos mecanismos de ayuda articulados en los decretos publicados a raíz del estado de alarma.
Se debe permitir también la baja temporal de los contratos de potencia de suministro eléctrico, dado que las empresas que no tienen actividad deben continuar pagando dichos contratos, lo que afecta seriamente a su rentabilidad. Así se ha hecho llegar a CEOE y CEPYME que se han mostrado receptivas para transmitirlo al gobierno en el marco del diálogo social.
Por último los trámites necesarios para beneficiarse de algunas de las medidas publicadas para mitigar la crisis deben ser lo más sencillos, rápidos y eficaces posibles, teniendo en cuanta que las empresas del medio rural siguen teniendo una gran dificultad a la hora de acceder a la administración electrónica debido a la carencia de redes informáticas y telefónicas de calidad en nuestros pueblos.