Tras el anuncio del Gobierno de restringir los despidos durante la crisis sanitaria, CEPYME Aragón quiere expresar su total desacuerdo y alerta de las consecuencias que esta medida podría suponer para la recuperación económica. No se podrá despedir, pero no se pagarán los salarios, y ello conllevará un resultado peor: el cierre de empresas.
CEPYME Aragón advierte que si se limitan temporalmente los ERTEs al final del estado de alarma estos expedientes se acabarán convirtiendo en EREs.
El Gobierno tiene que entender que la recuperación no va a producirse “en forma de V” sino de “U”, es decir, lentamente. Hay que ser realistas y asumir que cuando finalice el estado de alarma la sociedad va a seguir teniendo miedo de contagiarse y, por lo tanto, de volver a sus hábitos de consumo. En un país como el nuestro, en el que es muy importante el consumo interno, la recuperación va a ser lenta, igual que la vuelta del turismo.
No estamos en un momento de prohibir a las empresas, sino de ayudarlas. De tomar medidas para apoyarlas y recordar que es nuestro tejido empresarial, especialmente las pymes, el que está soportando esta crisis con mayor fuerza, intentando evitar echar el cierre de sus negocios y sosteniendo, como puede, el empleo para que cuando todo esto acabe, se sigan manteniendo el mayor número de puestos de trabajo.
El principal problema de abril será que las empresas no tendrán liquidez para pagar las nóminas a final de mes por falta de ingresos. Deberían tomarse medidas como en Dinamarca donde, para evitar los ERTEs, se apuesta por un pago directo a las empresas de hasta el 75% de los salarios, evitando intermediarios y pérdida de tiempo. Una propuesta muy similar a la que presentó CEPYME Aragón de compensar por “lucro cesante” a las empresas afectadas por la crisis mediante un “cheque compensatorio” directo.
Hay que pensar en la economía real y recordar que el 85% de nuestras empresas tienen menos de cinco trabajadores y que son estas las que más van a sufrir el golpe.