Un equipo de veterinarios, médicos e ingenieros han desarrollado un prototipo de respirador automático que podría utilizarse de forma casi inmediata para reforzar la asistencia sanitaria por el COVID-19, en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales aragoneses. BSH podría producir hasta 500 de estos dispositivos en sus instalaciones en Zaragoza.
Para lograrlo, contaron con el apoyo del Colegio Profesional de Veterinarios y la colaboración del Colegio de Médicos de Zaragoza, CEPYME Aragón y el Rectorado de la Universidad de Zaragoza. En este punto, la empresa BSH entra en juego y consigue crear cinco unidades del prototipo.
De esta forma, en un tiempo récord y con toda la discreción con la que se deben llevar estos temas, este equipo de profesionales ha sido capaz de producir un prototipo que ya ha sido probado en modelos animales con excelentes resultados. Además, se ha hecho una primera valoración del respirador por el grupo de anestesistas y el servicio de electromedicina del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, que ha sido “altamente positiva”.
En estos momentos, una de las unidades de este prototipo se encuentra en el Instituto Tecnológico de Aragón (ITAINNOVA) en donde se le está haciendo la última prueba de resistencia, en un pulmón artificial, para así cumplir con todos los parámetros que requiere la certificación de la Agencia Española del Medicamento, una certificación que podría estar resuelta a lo largo de esta semana.
En cuanto a su fabricación y volumen de producción, una vez se obtengan todos los permisos, desde el Grupo BSH Electrodomésticos España han trasladado al equipo que ha ideado el prototipo que podrían fabricar hasta 500 unidades. El objetivo de estos aparatos es que sean utilizados en exclusiva durante la crisis sanitaria del coronavirus Covid-19.