El anonimato que brindan las redes sociales es el medio perfecto para graves descalificaciones, siempre desde la falsa superioridad moral que tiene aquel que no suele aportar nada con respecto al territorio y al resto de la sociedad, que nunca falla porque nunca hace nada, y que nunca pierde porque nunca se juega nada.
Asaja Aragón recuerda que la presunción de inocencia, presente en la norma suprema de nuestro Estado de Derecho, como es la Constitución Española, debe regir en este proceso, por lo que no entienden cómo antes de esclarecerse lo sucedido, algunas asociaciones ya anuncian acciones legales.
Desde Asaja Aragón exigen, una vez más y con rotundidad, respeto para los habitantes del medio rural, para sus hombres y sus mujeres, para los del llano y los de la montaña. Para todos ellos que día a día se esfuerzan en mantener sus pueblos vivos, sus explotaciones agrícolas y ganaderas en funcionamiento, con la base de los usos y costumbres de sus antepasados, pero con la mirada puesta hacia la innovación y la mejora constante.
De igual manera reclaman que el mismo celo que desde las administraciones competentes en la protección del medio ambiente, tanto a nivel autonómico como nacional, se muestran cuando se producen accidentes con fauna salvaje, lo muestren también cuando los habitantes del medio rural les piden ayuda ante los cada vez más graves problemas que estos animales realizan sobre sus cosechas y ganados.
Los agricultores y ganaderos tienen la conciencia tranquila, la satisfacción del trabajo bien hecho y las ganas de seguir trabajando día tras día. Pero también tienen la inquietud por los constantes ataques que su actividad diaria soporta, por las descalificaciones de una parte minoritaria de la sociedad, pero que sabe alzar muy bien la voz para que se magnifique su número.
En Asaja Aragón consideran que se debe ser honesto con actividades concretas, como es la ganadería extensiva, de tal forma que de continuar los ataques que sobre los rebaños realizan animales salvajes y ante la indefensión de ganados y ganaderos, se propongan un plan de cese de la actividad de la ganadería extensiva con indemnizaciones justas para los perjudicados.
Una vez más, y a pesar de todos estos ataques en redes sociales, de todos los insultos, y de toda desprotección a la que se enfrentan, el agricultor y el ganadero tendrán que esforzarse duramente para alimentar a sus animales, para cultivar sus cosechas y para ser el punto de inicio de la cadena agroalimentaria. No todos pueden decir lo mismo.