“Aragón, puede”. Con este marchamo de marca Aragón e interés estratégico se presentarán los proyectos empresariales que está ultimando el sector productivo de la Comunidad, con el fin de obtener financiación de los proyectos europeos que serán seleccionados por el Gobierno de España. Al ser de concurrencia competitiva, su éxito radicará en buena medida en la solidez de sus objetivos y su presentación, para lo que el Gobierno de Aragón pretende dar su espaldarazo reforzándolo como estrategia aragonesa.
Así lo han acordado hoy el Presidente de Aragón, Javier Lambán, las consejeras de Presidencia y de Economía, Planificación y Empleo, Mayte Pérez y Marta Gastón, respectivamente, y el director general de Industria y Pymes, Javier Navarro, quienes han mantenido una reunión de trabajo con los máximos representantes de CEOE-Aragón; Cepyme, UGT y CC.OO, Ricardo Mur, Aurelio López de Hita, Daniel Alastuey y Francisco Pina, respectivamente.
El Plan “Aragón, puede” pretende ser una réplica del plan “España, puede”, abanderado por el Gobierno central, y trata de ordenar proyectos para obtener el mayor volumen de recursos dirigidos a la modernización de la economía aragonesa. Para este fin, los agentes sociales y el ejecutivo autonomico entienden conveniente trabajar en torno a una estrategia común y a un elenco de proyectos públicos y privados complementarios.
Hasta el momento, el tejido empresarial y administrativo acumulan 150 proyectos susceptibles de obtener cofinanciación europea y ronda una inversión de 10.000 millones de euros. No obstante, la lista sigue abierta porque el proceso sigue vivo y se acompasa el trabajo del gobierno aragonés y de los agentes sociales con el del Gobierno de España.
Cinco áreas
Para garantizar su éxito, esta misma mañana se ha acordado organizar el trabajo de presentación de proyectos en cinco grandes áreas:
- Energías renovables y Electromovilidad, que tiene el propósito de que en 2026 Aragón sea la región europea con mayor tasa de energía obtenida de fuentes renovables, incluido el hidrógeno.
2. Logística, carreteras y transporte ferroviario, que pretende consolidar Aragón como el mayor hub logístico terrestre del sur de Europa.
3. Agroalimentación y Economía Circular, que tiene como propósito de producir un 20% más de alimentos en 2026, reduciendo en un 50% las emisiones y en un 40% los desechos industriales.
4. Transformación digital y la formación, que pretende que los sectores productivos estén a la cabeza del uso de tecnologías habilitadoras.
5. Nuevos modelos asistencial y sanitario, que pretende maximizar la autonomía personal para la vida diaria en los domicilios en las zonas rurales, con atención especial al ecosistema de cuidados y las residencias de mayores para superar algunas carencias puestas de relieve durante la pandemia.
Lambán ha recordado que el primer encuentro con la mesa del diálogo social se celebró el pasado mes de julio, acordando interactuar, para lo que ya entonces se crearon dos cauces desde el Gobierno de Aragón: por un lado, se constituyó una comisión interdepartamental, presidida por Mayte Pérez y por otro, se canalizaron los proyectos económicos por el propio presidente, el vicepresidente, Arturo Aliaga, y la consejera Gastón.
En el mes de septiembre de 2020 ya se presentaron los primeros proyectos empresariales en público, con el fin de hacer un llamamiento al resto de empresas de la comunidad e invitarlas a seguir sus pasos. El interés se suscitó y cundió el mensaje de poder aprovechar la oportunidad que brinda la llegada de los fondos europeos.
“Debíamos implicarnos a fondo para que los ministerios a los que lleguen las diferentes iniciativas empresariales atiendan a nuestras empresas”, ha explicado Lambán, y ha añadido que todas las áreas del ejecutivo que preside están implicadas y en contacto, tanto con los ministerios competentes, como con la oficina de asuntos económicos de la Moncloa, dirigida por Manuel de la Rocha, con el fin de ilustrar bien los pasos a seguir. “Pretendemos ayudarles para que tengan éxito en la presentación de sus proyectos y cuenten con el aval de formar parte de una estrategia general de Aragón que camina hacia lo social, verde y digital”, ha asegurado el Presidente de Aragón.
Además del compromiso “absoluto” existente entre los agentes sociales y el Gobierno de Aragón, al que también se incorporarán los ayuntamientos también hay voluntad del ejecutivo de informar de los avances a los partidos políticos con representación parlamentaria que suscribieron la Estrategia Aragonesa de Recuperación Económica y Social, dado que los proyectos empresariales están alineados con ella. Lambán ha advertido de que a lo largo del presente mes de febrero se convocará la comisión de seguimiento de la Estrategia con este fin. A su juicio, todas las comunidades pelearán por obtener el mayor volumen de fondos destinados al progreso, a fomentar el empleo y el desarrollo económico y, aunque el reparto no será territorial, sino en función de proyectos, el Presidente de Aragón entiende que hay que pelear para reequilibrar España.
En este sentido, ya reclamó hace unas semanas al presidente Pedro Sánchez un trato igualitario para todos los territorios, al contrario de lo que ha pasado hasta el momento, donde ciertas comunidades autónomas han jugado con ventaja. “Es una oportunidad magnífica para que se produzca un reajuste y se revierta la situación y tratar con justicia a la España de interior porque si a los empresarios aragoneses se les apoya, devolverán con creces cada euro que se ponga a su disposición para proyectos futuros”, ha asegurado.
En este sentido, Javier Lambán ha apuntado que a la agenda aragonesa se ha añadido la propuesta de UGT, para que el gobierno de España, a la hora de repartir recursos entre las grandes empresas del Ibex, valore la distribución que dichas compañías hagan de las subvenciones entre todos los territorios, favoreciendo a aquellas que las redistribuyan por todo el territorio, frente a aquellas que opten por focalizarlas en una sola comunidad autónoma.
El plan europeo está diseñado para reestructurar y modernizar la economía, pero no para la recuperación económica. Estos fondos no sirven para hacer frente a la crisis profunda de los sectores, que tendrá que acometerse por otras vías y otros fondos. Los fondos surtirán efecto dentro de tres o cuatro año y hay que trabajar mucho para que procesos iniciados antes de la pandemia se consoliden con la aplicación de estos fondos.