Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población activa de Aragón en el primer trimestre de 2021 ha bajado un 1,08% respecto a 2020 y la población ocupada ha caído un 2,69%. Así la cifra total de desempleados en Aragón es de 78.000, 8.600 personas más que el año anterior, y la tasa de paro es del 12,1%, casi 4 puntos por debajo de la media nacional.
Los datos intertrimestrales reflejan una ligera mejoría ya que el número de personas en desempleo ha bajado en el primer trimestre de 2021 un 3,85% respecto al cuarto trimestre de 2020, pero debido, entre otros motivos, a que la población activa ha descendido por encima del empleo.
Recordamos que las personas en ERTE siguen siendo considerados como ocupados a todos los efectos, por lo que no se reflejan en las cifras. Asimismo, las personas que han perdido su empleo no son contabilizadas como parados, sino como inactivos, por lo que los datos son peores de lo mostrado.
El presidente de CEPYME Aragón, Aurelio López de Hita, ha señalado que “los datos son solo un pequeño reflejo de todo lo que está pasando en nuestra economía. Recordamos que hay algunos sectores que llevan ya más de un año a medio gas e, incluso, algunos sin ningún tipo de actividad desde marzo de 2020. La vacuna y las ayudas europeas han abierto la puerta a la esperanza, pero todavía un largo camino para alcanzar la recuperación ya que ni una ni otra están ofreciendo certidumbre al tejido empresarial. Los pequeños empresarios siguen necesitando apoyo institucional y se debe ofrecer liquidez a quienes lo están pasando peor en estos momentos”.
CEPYME Aragón ha advertido desde el comienzo de la nueva normalidad de las consecuencias nefastas para nuestra economía, y en especial para las pequeñas empresas, de la aparición de nuevos rebrotes de la enfermedad y de la importancia de continuar con la ejemplar colaboración con las normas.
“Igual de preocupante es la tasa de paro juvenil que se sitúa en el 34,33% en Aragón y en el 39,53% a nivel nacional”, ha indicado López de Hita, “muchos jóvenes han perdido su empleo porque trabajaban en algunos de los sectores más golpeados por la crisis como el ocio, el turismo o la hostelería. Pero las cifras hacen pensar en cuáles serán sus perspectivas laborales, porque se corre el riesgo de que el paro juvenil se convierta en un problema estructural”.