Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población activa de Aragón en el cuarto trimestre de 2021 ha bajado un 0,28% respecto a 2020 y la población ocupada ha crecido un 3,67%. Así la cifra total de desempleados en Aragón es de 58.400, 22.700 personas menos que el año anterior, y la tasa de paro es del 9,02%, la segunda tasa más baja de España, por detrás de País Vasco.
Los datos intertrimestrales, sin embargo, reflejan son menos positivos ya que el paro ha aumentado un 2,81% debido, entre otros motivos, a que la población activa ha crecido por encima del empleo.
Recordamos que las personas en ERTE siguen siendo considerados como ocupados a todos los efectos, por lo que no se reflejan en las cifras. Asimismo, las personas que han perdido su empleo no son contabilizadas como parados, sino como inactivos, por lo que los datos son peores de lo mostrado, teniendo en cuenta que nos encontramos en una fase de reactivación económica.
El presidente de CEPYME Aragón, Aurelio López de Hita, ha señalado que “la mejora de las cifras interanuales era de esperar teniendo en cuenta los datos de los que partimos. Es positivo tener la segunda mejor tasa de paro de España, pues demuestra el esfuerzo que está haciendo nuestro tejido empresarial, pero hay que ser muy prudentes ya que es preocupante la reducción del empleo en la industria, uno de nuestros sectores estructurales de la economía”.
CEPYME Aragón insiste en la importancia del apoyo a la actividad empresarial y, más especialmente a las PYMES y autónomos que crean 7 de cada 10 empleos generados en nuestra Comunidad. Recordamos, asimismo, que el 99,9% del tejido empresarial aragonés está formado por PYMES y autónomos de los que el 95,43% son empresas con menos de 10 trabajadores y que han pasado por muchas dificultades en el último año y medio.
“Igual de preocupante es la tasa de paro juvenil que se sitúa en el 19,76% en Aragón y en el 30,7% a nivel nacional”, ha indicado López de Hita. “Comenzamos 2021 con la esperanza puesta en las ayudas europeas, sin embargo, hemos terminado el año con mucha decepción porque éstas no están llegando a las pymes. La incertidumbre sigue marcando el futuro a corto plazo y una empresa no puede sobrevivir con ambigüedad ni volatilidad”.