Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población activa de Aragón en el primer trimestre de 2022 ha aumentado un 0,73% respecto a 2021 y la población ocupada ha crecido un 2,98%. Así la cifra total de desempleados en Aragón es de 65.800, 12.200 personas menos que el año anterior, y la tasa de paro es del 10,14%, la segunda tasa más baja de España, por detrás de País Vasco.
Los datos intertrimestrales, sin embargo, son menos positivos ya que el paro ha aumentado un 12,72% respecto al cuatro trimestre del 2021 debido, entre otros motivos, a que la población activa ha crecido por encima del empleo.
Recordamos que las personas en ERTE siguen siendo considerados como ocupados a todos los efectos, por lo que no se reflejan en las cifras. Asimismo, las personas que han perdido su empleo no son contabilizadas como parados, sino como inactivos, por lo que los datos son peores de lo mostrado, teniendo en cuenta que nos encontramos en una fase de reactivación económica.
El presidente de CEPYME Aragón, Aurelio López de Hita, ha señalado que “la mejora de las cifras interanuales era de esperar teniendo en cuenta los datos de los que partimos. Es positivo tener la segunda mejor tasa de paro de España, pues demuestra el esfuerzo que está haciendo nuestro tejido empresarial, pero hay que ser muy prudentes ya que es preocupante la reducción del empleo en la industria de nuevo, uno de nuestros sectores estructurales de la economía. Igual de preocupante es la tasa de paro juvenil que se sitúa en el 19,64% en Aragón y en el 30,18% a nivel nacional”.
CEPYME Aragón insiste en la importancia del apoyo a la actividad empresarial y, más especialmente a las PYMES y autónomos que crean 7 de cada 10 empleos generados en nuestra Comunidad. Recordamos, asimismo, que el 99,9% del tejido empresarial aragonés está formado por PYMES y autónomos de los que el 95,43% son empresas con menos de 10 trabajadores y que han pasado por muchas dificultades en el último año y medio.
“Tenemos un IPC desbocado, unos precios de energía y combustible altísimos, continúa la falta de suministros y las perspectivas no son nada halagüeñas con el cierre del puerto de Shanghái pues podría volver a colapsarse la cadena suministro. La incertidumbre sigue marcando el futuro a corto plazo y una empresa no puede sobrevivir con ambigüedad ni volatilidad, especialmente las pymes y los autónomos”, ha asegurado López de Hita.