El paro registrado en Aragón en el mes de agosto ha bajado en 432 personas respecto al mes de julio, lo que supone una caída del 0,74%. Así, la cifra total de desempleados en la Comunidad es de 58.240. Por provincias, Zaragoza ha registrado el único descenso porcentual con un 1,41% de variación mensual, que se traduce en 657 personas menos; por el contrario, Huesca y Teruel han registrado aumento del desempleo. Así, Huesca ha registrado una subida del 2,32%, que supone 177 personas más; seguida de Teruel con un incremento del 1,05%, que supone 48 personas desempleadas más.
Estas cifras sitúan a Aragón como la segunda Comunidad en la que más ha bajado el paro en el mes de agosto. Por otro lado, en cifras interanuales y respecto al mismo mes de 2021 el paro ha descendido un 12,73%.
La presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente, ha señalado que “siempre es positivo registrar descensos en las cifras del paro y, más todavía, ser de las pocas Comunidades Autónomas que lo hace, pero hay que ser precavidos ya que es muy probable que esta bajada esté relacionada con el adelanto de la vendimia o el turismo. Debemos apostar por sectores estructurales como la industria o la construcción si queremos una economía estable y evitar la estacionalidad”.
El tejido empresarial aragonés está formado en un 99,9% por pymes y autónomos que han pasado por una crisis muy grave. Todas ellas llevan dos años luchando para sostener como pueden el empleo para que cuando todo esto acabe definitivamente, se mantenga el mayor número de puestos de trabajo.
“Hay que ser muy prudentes con los datos porque la incertidumbre sigue marcando el futuro a corto plazo. Tenemos demasiados frentes abiertos que vaticinan un otoño muy complicado: el incremento de precios sigue en alza, los costes de la energía continúan desbocados, la inflación está por las nubes, el BCE ha subido los tipos de interés y el problema de la falta de mano de obra cualificada sigue latente”, ha señalado Lorente. “Todo ello se traduce en mayor presión financiera sobre las empresas y un aumento de costes que no siempre se pueden repercutir en los productos. Aparentemente ningún indicador hace presagiar un buen final de año, por lo que es importante que el gobierno sea sensible con la empresa en estos momentos difíciles”, ha concluido.