El próximo 1 de enero entrará en vigor el nuevo impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables que grava tanto a la fabricación, como a la importación o la adquisición intracomunitaria de los envases con componentes plásticos no reutilizables. Un tributo que, dado que no está dirigido exclusivamente a fabricantes de envases de plástico o al sector químico, afectará a la mayoría de actividades económicas y tamaño de empresas, con un impacto especialmente negativo en pymes y autónomos.
CEPYME Aragón considera que, teniendo en cuenta el contexto económico en el que nos encontramos, este nuevo escenario fiscal de aplicación de la ley de residuos supone un mayor coste para las pymes y los autónomos, lo que inevitablemente conllevará su repercusión en el precio final al consumidor.
Las pymes y autónomos deberán realizar un importante esfuerzo en recursos económicos y humanos en la exigencia perentoria de modificación de su contabilidad interna de productos y soportes informáticos de uso habitual, que deberán adaptarse al modelo en red de la AEAT, así como la llevanza de registros y contabilización que incorpore la segregación por tipo de materiales y productos por países de origen (europeos y no europeos) o la necesidad de certificación obligatoria. A ello, además, cabe sumar el pago del impuesto por adelantado para posteriormente solicitar la devolución del mismo en los supuestos de no sujeción o de aplicación de las exenciones previstas, teniendo que certificar, acreditar y justificar cada una de estas situaciones con el esfuerzo económico y de dedicación de personas y tiempo que conlleva.
La organización empresarial cree que es uno de los impuestos más complejos y enrevesados de gestión del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y la Agencia Tributaria, en los que participan como contribuyentes la gran mayoría de actividades económicas, cuya exigencia de adaptación se ve agravada, aún más, por la premura de su entrada en vigor sin que – a la fecha – haya tenido lugar todavía el desarrollo reglamentario que prevé la propia ley y que desarrollaría la gestión del impuesto.
CEPYME Aragón subraya que los riesgos de la nueva normativa son evidentes:
- Ralentiza el objetivo de reducción del uso de plásticos de un solo uso sobre el mercado de envases plásticos en toda Europa
- Dificulta los tramites de importación extracomunitaria, ya que el exportador deberá realizar gestiones y facilitar información de sus productos (tipología, composición…) diferentes de las exigibles en el resto del espacio CE
- Existe una elevada posibilidad de incurrir en supuestos de “sobretributación” en estos productos por la falta de armonización fiscal en Europa
Por ello, CEPYME Aragón reclama el estudio y replanteamiento de este impuesto, especialmente en el apartado de tramitación y gestión, a fin de dar cumplimiento al principio de simplificación administrativa y librar de los costes derivados de tal gestión a los pequeños y medianos empresarios. Es preciso adoptar nuevas medidas que permitan de forma efectiva la consecución del objetivo último del impuesto, pero evitando generar un impacto de tal magnitud en las pymes y autónomos.
La organización empresarial considera que, habida cuenta de la situación económica y la ausencia de desarrollo reglamentario, es necesario aplazar la entrada en vigor del mismo.