Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población activa de Aragón en el cuarto trimestre de 2022 ha bajado un 0,42% respecto a 2021 y la población ocupada ha descendido un 0,85%. Así la cifra total de desempleados en Aragón es de 60.700, 2.300 personas más que el año anterior, y la tasa de paro es del 9,41%, la cuarta tasa más baja de España, por detrás de La Rioja, País Vasco y Castilla y León.
Los datos intertrimestrales, tampoco son positivos ya que el paro ha aumentado un 4,01% debido, entre otros motivos, a que la población activa ha crecido por encima del empleo.
Recordamos que las personas que han perdido su empleo no son contabilizadas como parados, sino como inactivos, así como que las personas demandantes de empleo con contratos fijos discontinuos tampoco no computan en el paro.
La presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente, ha señalado que “Aragón, como Comunidad, sigue estando por encima de la media nacional en tasa de paro, algo que siempre es positivo y demuestra el esfuerzo de nuestro tejido empresarial, pero las cifras interanuales reflejan un claro estancamiento de la reactivación económica pues terminamos 2022 con más parados que el año anterior”
CEPYME Aragón recuerda que el 99,9% del tejido empresarial aragonés está formado por PYMES y autónomos de los que el 95,43% son empresas con menos de 10 trabajadores. Asimismo, son las PYMES y los autónomos los que crean 7 de cada 10 empleos generados en nuestra Comunidad.
“Igual de preocupante es la tasa de paro juvenil que se sitúa en el 20,25% en Aragón y en el 29,26% a nivel nacional”, ha indicado Lorente. “2022 ha sido un año complicado para las empresas, especialmente las pymes y los autónomos. Se ha pasado por una guerra, por problemas en las cadenas de suministro, un alza desbocada del precio de la electricidad, del gas o el transporte y un IPC por las nubes, y los datos demuestran que se terminó con la misma incertidumbre que empezó. El año que arrancamos se presenta igualmente difícil con nuevas faltas de materias primas y unas elevadas alzas salariales a las que hacer frente y que, sobre todo las pequeñas empresas, van a suponer un gran impacto“, ha concluido Lorente.