La inflación anual estimada del IPC en junio de 2023 es del 2,3%, según el indicador adelantado
elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuatro décimas por encima de la
registrada en junio.
El mencionado medidor proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría
un aumento de más de un punto en su tasa anual, ya que en el mes de junio esta variación fue
del 1,9%.
Esta evolución es debida, principalmente, a que este mes la subida de los precios de los
carburantes, que bajaron en julio de 2022, a que el descenso en vestido y calzado ha sido
menor que el del año anterior, y a que los paquetes turísticos han subido más que en julio del
año pasado.
Destaca también, aunque en sentido contrario, el descenso de la electricidad y del gas, frente
a la subida en julio de 2022
La presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente, destaca que “estos datos muestran
una progresiva estabilización de la inflación en torno al 2%”, y añade: “Aunque la subida
de los precios respecto a junio sea ligera, los datos deben mirarse con prudencia y tener
siempre en mente que hay productos que, como los alimentos, cuestan mucho más
dinero que hace un año”.
Por otra parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general
sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta tres décimas, hasta el 6,2%.
Una subida, que la aleja todavía más del del índice normal de la inflación, “cada mes vemos
como la inflación subyacente amenaza con incrustarse en la economía, una mala noticia
que repercute especialmente en el poder adquisitivo de las pymes y las familias”, explica
la presidenta
CEPYME Aragón pide mirar con prudencia la estabilización del IPC y valora negativamente las cifras referidas al subyacente