Los empresarios aragoneses, representados por CEOE, CEPYME y Cámaras de Comercio respaldan al sector agrícola y ganadero en la defensa de su viabilidad. El sector primario, pilar imprescindible social y económico, lleva tiempo perdiendo rentabilidad, explotaciones y empleo a causa del incremento de precios de materias primas, la excesiva regulación y burocracia, y las limitaciones impuestas en Europa por la Política Agraria Común y frente a productos que se importan de otros países.
Por ello, las tres entidades muestran su rotundo apoyo a las demandas que agricultores y ganaderos llevan tiempo realizando, orientadas a asegurar la supervivencia de un sector en el que el desánimo ha crecido notablemente en los últimos años. Respaldamos que deben eliminarse y simplificarse normas y burocracias en ocasiones incoherentes y que frenan el desarrollo del sector, así como revisar prohibiciones de uso de inputs (componentes, semillas) que sí se utilizan en la producción en otros países de los cuales Europa importa alimentos, incluidas las dos grandes potencias del sector: Estados Unidos y
China. Esto supone permitir una competencia desleal a la que deben ponerse límites desde la UE, la PAC y la aplicación de la Agenda 2030.
Por otro lado, es imprescindible que prevalezcan criterios científicos sobre orientaciones interpretativas sesgadas en relación con el sector y los requerimientos de obras hidráulicas, así como una correcta interpretación de la cadena alimentaria, los costes y precios de la producción de alimentos, para cuya mejora en futuras generaciones se considera adecuada la implantación en el sistema educativo de asignaturas y contenidos que den una visión clara de la importancia y actividad del sector.
En Aragón, el sector primario es estratégico, representando el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico, que se eleva al 8% sumado a la industria alimentaria para la que es base imprescindible. Además, es un sector vertebrador del territorio y clave para el mantenimiento de la población en nuestro medio rural. El sector primario aragonés ha perdido en los últimos 5 años más de 2.000 empleos, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).