La productividad de las pymes españolas ha disminuido durante cinco trimestres consecutivos en cómputo interanual, según el Indicador CEPYME sobre la Situación de la Pyme, que elabora el Servicio de Estudios de la Confederación de las Pequeñas y Medianas Empresas Españolas (CEPYME). La productividad, medida como el volumen medio de ventas por empleado, retrocedió un 3,3% en primer trimestre de 2024 frente al mismo periodo del año anterior y es un 2,8% inferior a la de idéntico periodo de 2019, año prepandemia.
El empleo crece por encima de las ventas y se agrava el problema de productividad que aqueja a las micro, pequeñas y medianas empresas y, por ende, al conjunto de la economía española. Como el volumen de ventas por asalariado disminuye, crece el coste laboral por unidad vendida. Ese mayor peso de los costes laborales reduce los recursos de las empresas para invertir, acometer nuevos proyectos o ganar tamaño.
CEPYME muestra su preocupación ante esta deriva de la productividad, cuya atonía se cronifica, y reclama actuaciones que la incentiven con carácter prioritario. La Confederación considera que la pérdida sostenida de productividad en la pyme debe tenerse en cuenta a la hora de abordar cualquier medida que afecte a las empresas como una reducción de la jornada a 37,5 horas semanales implantada de forma inmediata, sin periodo de adaptación, y sin haber adoptado medidas previas para elevar la productividad.
Subida continuada de los costes laborales
El coste laboral total de las pymes subió un 4,7% interanual, tras diez trimestres consecutivos con incrementos de al menos el 5%. Dicho aumento se desagrega en un alza del 4,4% del salario medio ordinario y del 5,3% en el resto de costes laborales, tales como cotizaciones sociales, bonus y horas extra.
El incremento acumulado de los costes laborales respecto al primer trimestre de 2021 fue del 21,7% en las pequeñas empresas, y del 15,9% en las medianas compañías, algo que viene explicado por las sucesivas subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), al ser las pequeñas empresas las más intensivas en trabajadores en este rango salarial.
Debilidad de las ventas
Las ventas de las pymes se han estabilizado en crecimientos del entorno del 3% en los últimos cuatro trimestres. Si se analiza la evolución de las ventas en media móvil de cuatro trimestres, se observa que las ventas crecen al ritmo más bajo desde junio de 2021. Al eliminar el efecto de la inflación sobre las ventas nominales, el incremento de las ventas se sitúa en un exiguo 0,5% en el primer trimestre de 2024. Con todo, los costes operativos totales siguen un 22,5% por encima de los niveles del primer trimestre de 2021.
A diferencia de lo ocurrido en 2023, las ventas de las empresas pequeñas (+3% interanual) evolucionaron mejor que las de las medianas (2,3%). Tras la pandemia, sólo se han recuperado las ventas de las compañías medianas. Las de las pequeñas son menores, incluso, que las del primer trimestre de 2019.
Al caer el volumen de ventas por asalariado -es decir, al descender la productividad-, crece el coste laboral por unidad vendida, reduciéndose la capacidad inversora de las empresas.
Con todo, las pymes españolas siguen estando entre las menos rentables de la UE. Mientras la rentabilidad sobre las ventas de las empresas pequeñas es del 13,6% en Bélgica y del 8,8% y 7,2%, respectivamente, en nuestros vecinos Portugal y Francia, en España es del 6,1%. Sólo Italia y Croacia arrojan peor ratio de rentabilidad sobre las ventas.
El empleo sube un 2,7% en las pymes
Pese a las elevadas cargas laborales y a la languidez de las ventas, las pymes han elevado el empleo. En el primer trimestre de año, la cifra de asalariados de las pequeñas y medianas empresas españolas escaló un 2,7%. El aumento del empleo no se corresponde con incrementos de las horas trabajadas debido, en parte, al alza del absentismo, que depara contrataciones de reemplazo, más gravosas para las pymes que para las grandes compañías.
El aumento del empleo fue del 3,8% en las empresas medianas, con lo que totalizaron 2,72 millones de asalariados, y del 2,2% en las pequeñas empresas, hasta los 6,32 millones de trabajadores.
Duras condiciones financieras
El tipo de interés medio pagado por las pymes fue del 4,91%, el segundo más alto desde marzo de 2009. Aunque el volumen de nuevos préstamos bancarios recibidos por las pymes siguió una suave tendencia ascendente, ya que captaron nueva financiación por 40.200 millones de euros, eliminado el efecto de la inflación, la cifra es menor que la de cualquier trimestre entre 2015 y 2019. La recuperación de la financiación bancaria a pymes aún no es completa, tanto por factores de oferta como de demanda (Ver Informe de Financiación a Pymes, de CEPYME).
La ratio de endeudamiento de las pymes es del 87,1%, cuatro puntos porcentuales inferior al de un año antes. El pasivo de las pequeñas empresas equivale al 70,3% de su patrimonio neto y el de las medianas, al 107,5%.
Tras romper una serie de cuatro descensos consecutivos, el Indicador CEPYME anotó un aumento interanual del 2,9% en el primer trimestre, lo que le permitió recuperar el nivel medio de 2022, aunque aún se encuentra por debajo del de 2019, ejercicio previo a la pandemia. El Indicador CEPYME (5,2 en el primer trimestre de 2023) se mide en puntos, los cuales asemejan la calificación de un examen, y consta de cinco subindicadores: Actividad (8), Costes (3,1), Crédito (5,8), Solvencia (3,5) y Competitividad (5,6).