Los costes laborales de las pymes subieron en el tercer trimestre del año un 4,2% en variación interanual y acumulan una subida del 18,1% desde 2019, según el Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas, que elabora el Servicio de Estudios de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, correspondiente al tercer trimestre de este año. Pese a la moderación de la inflación y, en especial, del precio de la energía, que se redujo un 10,2% en el trimestre, el repunte de las ventas de las pymes se torna insuficiente para compensar los sobrecostes. La productividad encadena siete trimestres de caídas interanuales y se sitúa lejos todavía de recuperar niveles prepandemia, y la rentabilidad de las pymes se sitúa un 12% por debajo del nivel de 2019.
Ante esta situación, CEPYME reclama una moderación de los costes laborales, al tiempo que alerta especialmente sobre la situación de las microempresas, las más sensibles ante medidas que afectan a los salarios, la contratación o la jornada. El número de microempresas se reduce un 1,9% desde 2019 y el empleo está congelado en este segmento —que supone el 85% del parque empresarial con asalariados—, lo que constata una recuperación desigual según el tamaño de las compañías, en detrimento de las más pequeñas. Se reitera, por tanto, la necesidad de pensar en las pymes a la hora de adoptar medidas económicas y procurar que éstas alienten la ganancia de tamaño empresarial, especialmente antes de adoptar decisiones referentes a variaciones en el tiempo de trabajo o el salario mínimo interprofesional (SMI), así como a continuar con los aumentos de las cotizaciones sociales, que en enero de 2025 volverán a incrementarse tanto sus bases como sus tipos.
La evolución de los costes generales en las empresas cobra especial importancia en un escenario de pérdida de productividad. A pesar de su moderación en el tercer trimestre, cuando crecen un 0,4%, destaca la tendencia alcista de los costes laborales especialmente en las de menor tamaño. Así como la acumulación de estos costes generales, un 24,1% mayores que en prepandemia (36,7% más altos los insumos, 68,5% más cara la energía y 18,1% más altos los laborales).
Impacto desigual de los costes según tamaño de empresa
Los costes generales de las pymes han experimentado cuatro bajadas interanuales recientes para luego anotar dos leves subidas, pero persisten un 26,8% por encima del nivel del tercer trimestre de 2020.
La tendencia de estabilización en variaciones más moderadas deriva principalmente del descenso del 10,2% interanual en la energía, pese a seguir un 68,5% del nivel de 2019.
Si se compara el tercer trimestre de 2019 con el correlativo de 2024, la subida de los costes operativos generales para el conjunto de las pymes alcanza el 24,1%, siendo del 25,3% para las pequeñas y del 21,6% para las medianas.
Los costes laborales suben un 4,2% interanual
El componente laboral de los costes ha subido un 4,2% interanual en el tercer trimestre (3% si se ajusta por la inflación), lo que supone el mayor ritmo desde junio de 2021. También se palpa la disparidad por tamaños de empresa en el componente de costes laborales, siendo mayores las alzas para las pequeñas que para las medianas tanto respecto a 2019 como en comparación interanual.
Para el conjunto de las pymes y respecto al tercer trimestre del ejercicio prepandemia, el componente laboral subió un 18,1%, frente al 19,3% de alza que soportaron las pequeñas empresas y el 15,3% las medianas compañías.
El coste de los insumos acumula siete trimestres de descensos, insuficientes para revertir el impacto acumulativo de los aumentos precedentes. El descenso está presidido por el componente energético: si bien registra un descenso del 10,2% interanual en el tercer trimestre y es el más influyente en la suavización de las alzas de los insumos, sigue un 68,5% por encima del nivel de 2019.
En cuanto a los servicios que utilizan las pymes, su precio medio muestra incrementos interanuales de entre el 1,5% y el 2,2% desde hace seis trimestres, tendiendo las variaciones de los distintos tipos a hacerse más homogéneas.
El volumen de ventas de las pequeñas empresas, similar al de 2019
Las ventas nominales de las pymes repuntaron un 5% interanual en el tercer trimestre, aumento que se sitúa en el 3,9% si se elimina el efecto de la inflación. Los volúmenes vendidos por las empresas pequeñas son apenas un 0,6% mayores que en 2019 mientras que en las medianas compañías crecieron un 14,5%.
Alejada de los niveles prepandemia, la productividad encadena siete trimestres de reducciones interanuales. Esta evolución redunda en el efecto del aumento de costes. De ahí que el beneficio bruto de las pymes se resienta.
Empleo y número de empresas
Con todo, se da un escenario de recuperación dispar según el tamaño de las compañías en el que las microempresas [firmas con menos de 10 trabajadores] salen especialmente mal paradas. Esta realidad se puede constatar tanto en el empleo como en el número de empresas.
Entre 2022 y 2024, la cantidad de grandes compañías se incrementó un 10,9%, mientras caía la cifra de microempresas un 0,2%, perdiéndose 2.510 firmas. Simultáneamente, creció el número de empresas medianas (+5,4%; +1.415) y pequeñas (+5,7%; +9.300).
Si se analiza esta realidad desde el punto de vista del tamaño de las plantillas, se comprueba que, durante los dos años mencionados, cada gran empresa creó 130 nuevos empleos, cada firma mediana incorporó a 6 asalariados, y cada pequeña firma contrató a 1,2 empleados. Sin embargo, hacían falta 39 empresas para crear un único empleo asalariado.