Ibercaja ha revisado al alza sus previsiones macroeconómicas y estima que la economía aragonesa crecerá un 2,9 % en 2026, una décima más que en su anterior análisis, superando así el crecimiento previsto para el conjunto de España, que se sitúa en el 2,3 %. Asimismo, la entidad pronostica que el ejercicio 2025 cerrará con un crecimiento del 2,7 % en Aragón y del 2,8 % en España.
Estas previsiones han sido presentadas en Zaragoza con motivo de la publicación del nuevo número de la Revista Economía Aragonesa y se apoyan, principalmente, en el impacto positivo de los grandes proyectos de inversión industrial anunciados en la comunidad, entre los que destacan la gigafactoría de baterías, los centros de datos y el impulso de la industria agroalimentaria.
Durante la presentación, responsables del área de análisis de Ibercaja subrayaron que, aunque el dinamismo del PIB aragonés ha sido ligeramente inferior al promedio nacional en los últimos años —según los datos del Instituto Nacional de Estadística y de la AIReF—, el comportamiento de la economía regional en términos de renta per cápita continúa siendo muy favorable, situándose por encima de la media y entre las regiones con mayor nivel de riqueza.
Demografía, inversión y vivienda, claves del escenario económico
El diferencial de crecimiento respecto al conjunto del país se explica, en gran medida, por una evolución demográfica históricamente menos expansiva en Aragón. No obstante, esta tendencia podría estar revirtiéndose, ya que la comunidad se ha convertido recientemente en la segunda región con mayor crecimiento poblacional anual, solo por detrás de la Comunidad Valenciana, impulsada por la llegada de población extranjera y una mayor accesibilidad al mercado de la vivienda.
En este contexto, Ibercaja identifica también factores de riesgo para el crecimiento futuro. Entre ellos, destaca el aumento del componente importador asociado a los grandes proyectos industriales, lo que podría limitar su aportación neta al PIB y agravar el déficit comercial en bienes de equipo. Asimismo, se advierte de las tensiones en el sector de la construcción, derivadas de la elevada demanda de mano de obra, que entra en competencia con la edificación residencial, en un escenario de insuficiente oferta de vivienda.
La entidad alerta igualmente sobre la subida de los precios de la vivienda, que comienza a ser preocupante pese a partir de niveles más moderados que en otras regiones, y que podría intensificarse ante la dificultad de incrementar la oferta a corto plazo.
Empleo, incertidumbre global y sectores estratégicos
En materia laboral, la Unidad de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja ha mejorado una décima sus previsiones de crecimiento del empleo, que se sitúan en el 2,1 % en 2025 y el 2,5 % en 2026. Sin embargo, la tasa de paro se revisa ligeramente al alza, hasta el 7,9 % en 2025 y el 7,2 % en 2026.
El informe también pone el foco en un entorno internacional marcado por las tensiones geopolíticas, la guerra arancelaria impulsada por Estados Unidos y los retos estructurales de sectores como el automóvil, sometido a profundos cambios tecnológicos y a una creciente competencia internacional, especialmente procedente de China.



